Rodaje del largometraje "Imaginario"

Escrita y dirigida por Pablo Cantos, autor del documental Tientos y Sayonaras que recibió varios premios, y coproducido, entre otras, por las productoras Toma 27 y Dexiderius durante su rodaje en Málaga, fueron unos días intensos que no se pueden olvidar: trabajar por primera vez en un largometraje es algo que impresiona, y más aún si quieres dedicarte a este sector.

Como meritorio, realicé tareas de auxiliar de cámara, con el director de fotografía Tito Carlón y la cámara HD CineAlta HDW F900; y como auxiliar de producción currando como una hormiga obrera a mucha honra.

Respecto a esto último, está claro que el trabajo de producción era mucho mas complejo que en otras producciones en las que he trabajado, como por ejemplo, rodar en calles muy transitadas como las cercanas a Calle Larios, abarrotadas de gente que quiere pasar y hacer ruido, y al ver que hay un rodaje se interesan más en acercarse para pasar y hacer ruido. Por suerte, en general el gentío sentía curiosidad sin molestar. Y entre ellos se han dado varios casos que se han repetido: los que aseguraban que debían cruzar por la zona del rodaje para llega a su destino aunque en realidad hubiese más caminos; los que preguntaban si rodábamos Arrayán (ésto me lo han preguntando en otras ocasiones, ¡incluso grabando con cámara doméstica!) y los que preguntaban "¿Qué película se rueda?" y yo respondía "Imaginario" y ellos decían "Ahm, no la conozco...", y supongo que es normal que no la conozcan si aún no se ha estrenado, sino que está rodándose... incluso estoy seguro de que si fuera una película de Amenábar y yo tuviera que decirles "Estamos rodando Mar Adentro", tampoco sabrían, al menos la gente en general, de qué película se trata hasta que se distribuya. De todas formas fue divertido.


No puedo olvidar que disfrutamos del mejor catering que he visto en una película y en ningún sitio, y dudo que vuelva a ver algo así; trabajar con un reparto artístico que incluye a Rosana Pastor, Raquel Infante o al fallecido Pepe González Rubio, al que me alegré de conocer; y por supuesto trabajar con el equipo técnico en general, buen rollo y profesionalidad.

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